El sobrepeso del invierno es una queja común de muchas personas. Parece que cada invierno se añaden un par de kilos, y llegado el verano no adelgazamos todo ese sobrepeso tampoco. Algunos de esos kilos de más siempre queda, lo que nos convierte en un poco más pesados cada año. Parece ser muy duro no engordar cuando hace frío! ¿Por qué sucede esto y qué podemos hacer?
Hay muchos factores que contribuyen a este sobrepeso. En primer lugar, parece que tenemos una predisposición genética a almacenar más grasa cuando se acerca el invierno. Muchos animales hacen esto y probablemente también era vital para la supervivencia de nuestros antepasados. Capas adicionales de grasa en el cuerpo nos protegen contra el frío y puede ser utilizado como combustible en el invierno y en primavera, cuando las reservas de alimentos históricamente eran muy bajas.
Es probable que tengamos una tendencia a comer más en el otoño, cuando la comida era abundante después de la cosecha, para ayudar a este proceso. También es posible que inconscientemente comamos los alimentos que tienen un mayor contenido de grasa en esta estación del año.
Los niveles hormonales también pueden influir en nuestro aumento de peso. La interacción de las hormonas y otras sustancias químicas en el cerebro puede dar lugar a variaciones en el apetito y los antojos. Algunos neurotransmisores también pueden influir en la manera en que comemos. Las personas con sobrepeso suelen tener bajos niveles de estos neurotransmisores y los resultados pueden incluir exceso de apetito, depresión y trastornos del sueño.
Al mismo tiempo, la falta de luz causada por el acortamiento de los días durante el otoño y el invierno pueden afectar provocando trastorno estacional o depresión invernal. Una de las maneras más rápidas de dar un impulso a los niveles de energía y emociones como todos sabemos es comer alimentos altos en carbohidratos como el azúcar de golosinas, papas fritas y cereales que nos aportan azúcar en la sangre rápidamente. Así que las personas que se sienten bajas de energía en el invierno, tienden a comer en exceso o comer los alimentos equivocados, lo que lleva a tener sobrepeso, más depresión y un círculo vicioso que es difícil de romper.
Así que en total existen muchas razones por las que comemos alimentos altos en carbohidratos tales como galletas, tortas y chocolate en el invierno, y por supuesto la mayoría de estos alimentos también contienen altos niveles de grasas. La mejor manera de manejar esta situación y no engordar es generalmente sustituir por otros alimentos que también son ricos en hidratos de carbono para que podamos conseguir lo que ansía nuestro cuerpo, pero que tienen un contenido bajo en grasa y mucha fibra. Esto significa papas, pan integral sin manteca, arroz integral, cereales y todo tipo de frutas frescas.
También es importante hacer más ejercicio para no engordar. A menudo, nuestros niveles de actividad física bajan en el invierno y tenemos una tendencia a querer quedarnos en casa y descansar. Esto es natural, cuando hace frío. Pero nosotros no somos hombres de las cavernas! Tenemos calefacción en nuestros hogares y podemos estar seguros de que seguirá habiendo un montón de comida en los almacenes. No es necesario guardar la grasa de la manera que ellos lo hicieron. Inscríbase en un gimnasio o consiga una bicicleta estática para el estudio. Transforme los carbohidratos en energía ahora, en lugar de mantenerlos alreddedor de la cintura hasta la primavera. El sobrepeso del invierno se puede evitar fácilmente de esta manera.
