La definición de la obesidad es tener una cantidad excesiva de grasa corporal. No es sólo una cuestión estética, es un importante problema de salud que conduce a riesgos para el organismo, tales como el corazón, produce enfermedad cardíaca, presión arterial alta y diabetes.
El médico utiliza una fórmula llamada «índice de masa corporal» o IMC para calcular los niveles de grasa corporal. Los adultos con un IMC de más de 30 son considerados obesos. La obesidad extrema, que se llama a veces severa u obesidad mórbida, cuando el niveles de IMC es de 40 o superior. Con obesidad mórbida, las personas son más propensas a tener problemas serios de salud.
Los síntomas asociados con la obesidad son problemas para dormir, los ronquidos, la apnea del sueño, dolor en las articulaciones y la espalda, sudoración excesiva, siempre se siente calor, erupciones o infecciones en los pliegues de la piel, sensación de falta de aire al respirar, somnolencia diurna, fatiga y depresión.
Si tiene cualquiera de estos signos o síntomas, busque atención médica. Su médico puede aconsejarle cómo disminuir los riesgos relacionados con la obesidad.
A través de cambios en la dieta y el aumento de la actividad, será capaz de reducir los síntomas y riesgos para la salud. En algunos casos, se prescribe medicación, así como la cirugía se puede realizar.
Las causas de la obesidad están directamente relacionadas con el consumo excesivo de calorías en comparación con la cantidad de calorías quemadas con la actividad física. Hay influencias genéticas y hormonales en algunas personas que son obesas. Las principales causas de la obesidad son la inactividad en la vida cotidiana. La incapacidad para quemar la grasa consumida en exceso, conduce a que el cuerpo almacene la grasa en vez de librarse el cuerpo de ella. Ver la televisión es una de las principales causas de la obesidad.
Una dieta poco saludable y los hábitos alimenticios ricos en calorías de la comida rápida, saltarse el desayuno, comer la mayor parte de las calorías en la cena o en un aperitivo nocturno, el consumo de bebidas altas en calorías y comer en exceso o grandes porciones. Aprender a cambiar los hábitos alimentarios contribuye a combatir la obesidad.
Cuando una mujer está embarazada aumenta de peso, sin embargo, el aumento de peso después del parto, resulta difícil perder esos kilos de más. El peso del embarazo, a menudo conduce a la obesidad cuando no se adelgaza en el futuro.
Obteniendo menos de siete horas de sueño por la noche hace que en las hormonas se produzcan cambios que aumentan el apetito y lleva a la persona a desear alimentos ricos en calorías y carbohidratos. Esto se traduce en el aumento de peso.
Algunos medicamentos producen exceso de peso, cuando el peso no se compensa con la dieta y la actividad física. Los tipos de medicamentos que llevan a un aumento de peso son los antidepresivos, los medicamentos anticonvulsivos, medicamentos para la diabetes, los esteroides, bloqueadores beta, y la medicación antipsicótica.
Asimismo los problemas de salud a su vez pueden causar la obesidad, como el síndrome de Cushing y el síndrome de ovario poliquístico para nombrar unos pocos. La artritis también puede conducir a la obesidad debido a los niveles de inactividad.
Por lo tanto la gravedad de las múltiples causas de la obesidad obliga a muchos a iniciar un programa para adelgazar y evitar los peligros que ocaciona el exceso de peso.
Gracias al modelo de eciosidad moderna, donde los padres raramente tienen tiempo para ellos, dudo que lo tengan para desayunar en casa tranquilamente con los hijos o prepararles un bocadillo para merendar por la tarde, es mucho me1s fe1cil darles un bollicao!! otro factor a tener en cuenta sereda la conciliacion familiar-laboral